Avanza la tercera etapa de restauración de la Iglesia Catedral

Avanza la tercera etapa de restauración de la Iglesia Catedral

La tercera etapa de restauración de la Iglesia Catedral de Loja, que abarca la renovación de los murales y el cielo raso de la nave central, tomará al menos dos años debido a la complejidad y precisión que requiere cada intervención.

La Iglesia Catedral de Loja, un símbolo de fe y cultura para los lojanos, está en pleno proceso de restauración. Las grietas en la pintura, los murales oscurecidos por el hollín de las velas y un techo deteriorado eran señales de que el tiempo no había sido clemente con esta emblemática estructura. Las paredes, que alguna vez brillaron con colores vibrantes, habían perdido su vida, y las vigas de madera se encontraban en mal estado.

Fue en 2023 cuando se tomó la decisión de iniciar una cuarta restauración integral de la Iglesia Catedral, dividida en cuatro etapas. “La primera etapa fue el cambio total del techo, que estaba hecho de eternit. Ahora, hemos colocado un material de acero tipo teja que, además de ser estético, elimina problemas como el ruido y las filtraciones de agua,” explicó el padre William Arteaga, párroco y rector de la iglesia. “También reforzamos vigas con hierro, gracias al permiso del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural.”

El siguiente paso fue la construcción de un espacio exclusivo para encender velas, una solución práctica para proteger los murales y el cielo raso de los efectos dañinos del hollín. “Este lugar permite a los fieles continuar con su devoción sin comprometer la estructura interna del templo,” agregó el párroco.

Un esfuerzo colectivo

Actualmente, los trabajos avanzan en la tercera etapa, enfocada en la restauración de los murales y el cielo raso de la nave central, un proceso que requerirá al menos dos años debido a su complejidad y alto costo. “Hemos avanzado un 40%, principalmente en el presbiterio, que fue preparado para recibir la imagen de la Virgen del Cisne en agosto,” comentó el padre Arteaga.

Los trabajos, ejecutados por la arquitecta Gisela Tutillo, incluyen la limpieza y reconstrucción de elementos dañados, como cornisas y detalles ornamentales, lo que exige precisión y materiales costosos que deben ser manejados con delicadeza.

Juan Peralta, un feligrés habitual, expresó su entusiasmo por los avances: “Me parece excelente que la iglesia se esté restaurando. Este es un lugar de fe y también un atractivo para quienes lo visitan. Estoy seguro de que muchos, como yo, apoyamos esta causa con nuestras limosnas porque queremos ver nuestra catedral en mejor estado”, señaló.

Por su parte, Rosario Quezada, también devota, destacó la importancia de este proyecto, destacando que es emocionante ver cómo la iglesia está recuperando su belleza, lo que no solo beneficia a los católicos, sino a toda la ciudad.

Una visión hacia el futuro

La cuarta etapa de restauración del templo se vislumbra como el toque final que consiste en restaurar la fachada, incluyendo la apertura de rosetones sellados con ladrillo y cemento para instalar vitrales que fortalezcan la luz y color a este espacio sagrado. Sin embargo, esta idea aún deberá esperar.

Eucaristías

William Arteaga manifestó que durante este proceso de reconstrucción las eucaristías se celebran con normalidad, gracias a un equipo que organiza los trabajos principalmente en horario nocturno.

“Por las tardes suele haber algo de ruido debido a los trabajos de restauración, pero se ha solicitado al equipo que realice únicamente tareas menores en esos horarios, con el fin de garantizar un ambiente tranquilo y respetuoso para que los fieles puedan participar en las misas sin interrupciones”, indicó el párroco.

Un llamado a la solidaridad

La restauración de la catedral no sería posible sin el aporte de la comunidad. Las limosnas, rifas y ventas de comida típica son esenciales para financiar los trabajos. Además, este proyecto cuenta con el apoyo de empresas locales que contribuyen mediante deducciones del IVA por su aporte al patrimonio cultural.

El padre Arteaga hizo un llamado a los lojanos, recordando que el templo es un patrimonio de todos. “Debemos cuidarlo y seguir aportando para que no solo embellezca nuestra catedral, sino también nuestra ciudad. Así, turistas y fieles podrán encontrar aquí un espacio adecuado para su encuentro con Dios”, finalizó.

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