By Tres de las cinco causales presentadas por el edil Santiago Erráez fueron admitidas. El proceso continúa con la etapa de descargos.
Santiago Erráez, concejal del cantón Loja, impulsa el proceso de remoción del alcalde Franco Quezada Montesinos, argumentando el incumplimiento de ordenanzas y una gestión municipal que, según él, ha dejado en abandono a la ciudad.
En entrevista, Erráez confirmó que presentó cinco causales con sustento legal, aunque solo tres fueron aceptadas por la comisión respectiva con los votos de los concejales John Espinosa y Pablo Carrión. Por su parte, el edil Lenin Cuenca votó en contra.
Las cinco causales presentadas son: incumplimiento de la resolución que prohíbe el uso de logotipos institucionales, la no ejecución de la actividad dedicada a la música en marzo de 2024, la inobservancia en el cumplimiento de los perfiles mínimos para el personal, el irrespeto a la ordenanza sobre desfiles, y el incumplimiento de la normativa sobre el perfil requerido para la gerenta de la empresa pública Gedes-EP.
De estas, fueron aprobadas las siguientes: el uso indebido de logotipos, colores, música y otros elementos en publicidad institucional; el incumplimiento de los requisitos para los funcionarios de libre remoción; y la designación de la gerenta de Gedes-EP sin cumplir con el perfil establecido.
«Yo he presentado las pruebas y la documentación correspondiente. Estamos tranquilos porque hemos hecho bien el trabajo», expresó Erráez, quien considera que una sola causal firme es suficiente para proceder con la destitución del alcalde.
El concejal indicó que, tras la calificación de las causales, el proceso entra en la etapa de 10 días para presentar pruebas de descargo, antes de la elaboración de un informe final que será sometido a votación en el Concejo. Según el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD), se requieren ocho votos para destituir al alcalde.
Además, manifestó que el municipio ha crecido en número de funcionarios sin una planificación clara, y que existen indicios de posibles actos de despotismo. «Es hora de ponerle un freno a la administración», señaló.
Erráez también denunció ataques personales y contra su familia a raíz del proceso. «Nos han intentado desprestigiar, pero estoy cumpliendo con mi rol como concejal: fiscalizar al ejecutivo», afirmó. Añadió que esta acción no solo busca corregir lo que considera fallas en la actual administración, sino también sentar un precedente para futuras autoridades.
