El Niño genera lluvias intensas y humedad, dañando infraestructuras. Consejos para proteger tu vivienda, resaltando la necesidad de colaboración y soluciones a largo plazo ante desafíos climáticos.
El Fenómeno de El Niño, evento climático marcado por el aumento de la temperatura en el océano Pacífico, está desencadenando una serie de desafíos climatológicos en Ecuador. Las lluvias intensas y la humedad elevada han resultado en daños significativos en las infraestructuras de las casas, afectando techos, paredes y pisos.
La Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) informó que este fenómeno climático afecta al país desde septiembre de 2023 y se proyecta que persistirá hasta el primer trimestre de 2024. Durante este periodo, se anticipa un aumento en la intensidad y frecuencia de diluvios, con el consiguiente riesgo de inundaciones, deslizamientos de tierra y más daños en infraestructuras. Las zonas costeras y de baja altitud son las más afectadas, sumiendo a las comunidades en el desafío de la humedad que penetra en sus hogares, comprometiendo la seguridad habitacional.
El impacto del Fenómeno va más allá de la infraestructura física, poniendo a prueba la resiliencia de las familias ecuatorianas y destacando la necesidad urgente de implementar medidas preventivas y soluciones efectivas.
Ante este escenario, Sebastián Prado, experto en temas de construcción, ofrece recomendaciones clave para abordar estos problemas de manera efectiva:
- Inspeccionar techos, paredes y pisos en busca de posibles daños.
- Mantener seca la ropa, alfombras, cortinas y textiles para prevenir la generación de bacterias y malos olores debido a la humedad.
- Limpiar canaletas y desagües para evitar la acumulación de agua alrededor de la casa.
- Ventilar la casa abriendo puertas y ventanas durante el día para evitar la concentración de humedad en la infraestructura.
- Utilizar productos impermeabilizantes como primera barrera de protección contra las lluvias para resguardar las superficies de la humedad.
- Sellar puertas y ventanas para prevenir el ingreso de agua por rendijas o aberturas.
A medida que Ecuador enfrenta estos desafíos climatológicos, la colaboración entre comunidades y empresas especializadas se vuelve esencial para mitigar los impactos negativos en la infraestructura residencial. El llamado a la acción es claro: la adopción de medidas preventivas y la colaboración activa son fundamentales para superar los desafíos climáticos persistentes que afectan a la nación.