Expertos de la UNL recomiendan a la ciudadanía, especialmente a grupos sensibles, evitar actividades al aire libre debido al riesgo para la salud.
La calidad del aire en Loja ha empeorado considerablemente en los últimos días, alcanzando niveles que ponen en riesgo la salud de sus habitantes. La Universidad Nacional de Loja (UNL), a través de su carrera de Ingeniería Ambiental, está llevando a cabo un monitoreo continuo de las partículas contaminantes presentes en el aire. Las concentraciones de material particulado PM2.5, generadas en gran parte por las cenizas de incendios forestales cercanos, han superado los límites recomendados, lo que ha encendido las alarmas en la ciudad.
De acuerdo con Vinicio Alvarado, director de la carrera de Ingeniería Ambiental y experto en calidad del aire, el material particulado PM2.5 está compuesto por carbono orgánico, compuestos orgánicos volátiles, y gases como el dióxido y monóxido de carbono, los cuales pueden generar graves problemas respiratorios en las personas que los inhalan. La inhalación prolongada de estas micropartículas reduce la capacidad pulmonar, afecta el paso de oxígeno, y puede causar irritación en la garganta, aumento de mucosidad, y, en casos más graves, enfermedades pulmonares severas.
La normativa ambiental establece que las concentraciones de material particulado PM2.5 deben mantenerse por debajo de los 50 microgramos por metro cúbico (µg/m3) en un promedio de 24 horas para garantizar una buena calidad del aire. Sin embargo, entre el 5 y el 10 de septiembre de 2024, las mediciones de la UNL mostraron valores que oscilaban entre los 65 y 170,9 µg/m3, cifras que superan el límite recomendado y colocan a la ciudad en niveles de alerta.
El pasado 5 de septiembre se registró el pico más alto, con 110 µg/m3/24 h, lo que ya había sobrepasado la normativa. Sin embargo, las últimas lluvias trajeron un alivio temporal, reduciendo las concentraciones a 57,38 µg/m3. A pesar de esta mejoría, las mediciones del 10 de septiembre volvieron a mostrar un preocupante incremento. Durante las primeras horas de la mañana, se reportaron 170,9 µg/m3, nivel que descendió a 159,3 a las 09h00 y se mantuvo en 159,4 hasta las 11h30. Aunque a las 13h30 los niveles bajaron a 139,3, la ciudad sigue en alerta naranja.
Los niveles actuales de contaminación del aire son preocupantes, ya que superan el umbral que puede considerarse seguro para la población en general. Las autoridades recomiendan a los ciudadanos evitar las actividades físicas prolongadas al aire libre, especialmente a los miembros de grupos vulnerables, como niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias.
La UNL ha implementado un sistema de monitoreo que informará constantemente sobre la calidad del aire en la ciudad, utilizando un índice tipo semáforo que indicará los niveles de riesgo: verde para niveles bajos, amarillo para niveles moderados y rojo para niveles peligrosos. Este sistema será clave para que la población pueda tomar decisiones informadas sobre su exposición al aire libre.
La situación en Loja refleja un problema de salud pública que debe ser atendido con urgencia. Las autoridades municipales, junto con los expertos en calidad del aire de la UNL, están tomando medidas para mitigar la contaminación. Entre las soluciones propuestas se incluye la reducción de emisiones del parque automotor y otras fuentes contaminantes. Sin embargo, la ciudadanía también debe estar atenta y seguir las recomendaciones emitidas por las instituciones para proteger su salud y la de sus seres queridos.