La creciente inseguridad en la vía Azuay-Loja preocupa a residentes y viajeros tras varios secuestros y robos. Autoridades y comunidades exigen medidas urgentes para garantizar la seguridad en esta importante ruta del sur del Ecuador.
En los últimos meses, la vía que conecta las provincias de Azuay y Loja se ha visto afectada por una escalada preocupante de delitos, incluyendo secuestros, robos de vehículos y ataques armados, generando un clima de temor entre los residentes y los viajeros que frecuentan esta importante ruta del sur del Ecuador.
El reciente incremento en la violencia delictiva ha puesto en alerta a las comunidades locales y a los conductores que transitan por esta carretera estratégica. Uno de los casos más notorios ocurrió en el ingreso a la comunidad de Shiña, en el cantón Nabón, donde una familia fue interceptada por individuos armados mientras viajaban en su camioneta. Luis G., de 37 años, y Delia A., de 41 años, relataron a un medio de comunicación cómo fueron abordados por un grupo de delincuentes que, tras amedrentarlos con armas de fuego, los obligaron a entregar su camioneta Chevrolet D-Max y otras pertenencias valuadas en más de $1,300 dólares. Posteriormente, fueron secuestrados y abandonados en una casa abandonada en la parroquia Cumbe, donde lograron liberarse y pedir ayuda médica.
En otro incidente alarmante, Juan L., conductor que transitaba por la misma vía, fue víctima de un violento ataque armado. Tres individuos dispararon contra su vehículo, impactando la puerta del conductor y causándole una herida en la pierna izquierda. A pesar de la gravedad de la situación, Juan L. logró acelerar y escapar hacia el hospital de Saraguro, donde recibió atención médica inmediata. Este incidente subraya la vulnerabilidad de los viajeros ante la falta de seguridad en tramos críticos de la carretera, especialmente aquellos con escasa cobertura celular y presencia humana.
Los conductores de busetas que realizan trayectos diarios entre Cuenca y Loja han expresado su inquietud por la creciente inseguridad en la zona. Sebastián Calle, uno de los choferes afectados, señaló que los tramos más peligrosos, particularmente en la jurisdicción lojana pasando el poblado de Saraguro, carecen de infraestructura y vigilancia adecuada, facilitando así las acciones delictivas durante las horas nocturnas. «Hemos solicitado a las autoridades de ambas provincias actuar de manera urgente, ya que tememos que los delitos puedan escalar aún más y poner en riesgo nuestras vidas y las de nuestros pasajeros», comentó Calle.
Las autoridades locales han respondido a las demandas de la comunidad implementando operativos coordinados entre las provincias de Azuay y Loja. Estas acciones buscan fortalecer la vigilancia y disuadir la actividad criminal en puntos estratégicos de la vía, así como investigar a fondo los recientes incidentes para identificar y capturar a los responsables. La Policía Nacional, en colaboración con unidades especializadas como la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) y la Unidad Antisecuestro y Extorsión (UNASE), está desplegando recursos adicionales para abordar esta situación con la seriedad que merece.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, persiste la preocupación en la comunidad y entre los usuarios de la vía Azuay-Loja, quienes demandan medidas más efectivas y sostenidas para garantizar la seguridad a largo plazo. La falta de iluminación, señalización adecuada y presencia policial continúa siendo un desafío significativo en tramos críticos como los mencionados, donde la geografía montañosa y la distancia entre comunidades facilitan la acción de grupos delictivos.