By A pesar de las intervenciones municipales, un informe técnico advierte que la acumulación de sedimentos en el parque lineal La Tebaida podría provocar nuevos desbordamientos. Municipio afirma que están gestionando convenio con CELEC para garantizar mantenimiento integral.
El pasado 10 de marzo, Loja vivió una de las lluvias más intensas de los últimos años, que provocó el desbordamiento de los ríos Malacatos y Zamora Huayco, ocasionando graves inundaciones en sectores del centro y norte de la ciudad. La fuerza del agua destruyó viviendas, negocios e incluso arrasó con el puente de la calle Imbabura.
Según el ingeniero geólogo Kelvyn Mora Merino, esta tragedia pudo haberse evitado o al menos mitigado. En un informe técnico que realizó de manera independiente, el experto señaló que la escasa o nula limpieza de los cauces y represas municipales fue un factor determinante en la magnitud de los daños. “Prevenir es mejor que lamentar y más económico que remediar”, advierte Mora.
Uno de los puntos críticos identificados es la represa ubicada en el Parque Lineal La Tebaida, que, según el informe, continúa colapsada por sedimentos, escombros y palizadas.
Frente a estas observaciones, Orlando Sánchez, director de Gestión Ambiental del Municipio de Loja, aseguró que ya se ha trabajado en el mantenimiento de los desarenadores del sector y que se ha intervenido en un 70% de la estructura. “Inclusive recientemente se habilitó el canal oriental del desarenador inicial del Parque Lineal, que estaba completamente obstruido”, indicó.
Además, el funcionario afirmó que se está gestionando un convenio con la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC) para que esta institución asuma el manejo de los desarenadores del Parque Lineal y del sector Amable María, como medida preventiva para la temporada invernal.
Sánchez añadió que se han restaurado los senderos y mejorado la iluminación en 3.5 kilómetros del parque lineal, para permitir el uso recreativo del área. En cuanto a los plazos, afirmó que se prevé que para el próximo trimestre se haya culminado el vaciado completo de los desarenadores.
Sin embargo, el riesgo persiste. Si bien las precipitaciones han disminuido en abril, la ciudad aún se encuentra vulnerable. El informe técnico alerta que, de repetirse lluvias intensas como las de marzo, la falta de una intervención profunda podría derivar nuevamente en una catástrofe urbana.
