La Asociación de Hecho de Damnificados del Incendio de Quilanga busca gestionar la condonación de deudas y créditos blandos para los afectados por el devastador incendio que consumió 7600 Ha en Quilanga.
En un acto de resiliencia y solidaridad, los afectados por el reciente incendio que asoló el cantón Quilanga, en la provincia de Loja, han dado un paso decisivo hacia la recuperación. El pasado jueves 12 de septiembre de 2024, se constituyó oficialmente la Asociación de Hecho de Damnificados del Incendio de Quilanga (AHDIQ), marcando un hito en la respuesta comunitaria ante esta catástrofe natural.
La asamblea constitutiva, que tuvo lugar en San Antonio de las Aradas, contó con una participación masiva de damnificados, principalmente de las parroquias San Antonio de las Aradas y Fundochamba. El Dr. José María Salinas Jaramillo fue elegido presidente de la asociación, acompañado por un equipo directivo comprometido con la causa.
La AHDIQ se ha trazado objetivos ambiciosos pero cruciales para la reactivación económica de la zona. Entre sus principales metas destaca la gestión ante el presidente de la República para la condonación de deudas con BanEcuador, así como la obtención de créditos blandos para la reconstrucción de emprendimientos devastados por el fuego.
El Ab. Elías Correa, presidente de la Junta Parroquial de San Antonio de las Aradas, jugó un papel fundamental en la convocatoria, subrayando la importancia de la unidad en estos momentos críticos. La asociación no solo busca alivio financiero, sino también planificar y ejecutar programas de asistencia económica equitativa, canalizar ayuda técnica y material, y coordinar la inversión de donaciones recibidas a través de la Fundación Amazonia Productiva.
El incendio en Quilanga ha dejado cicatrices profundas en el tejido económico y social de la región. Aunque las cifras exactas de pérdidas están aún en evaluación, se estima que el sector agrícola, pilar de la economía local, sufrió el mayor impacto con 128.5 hectáreas de cafetales, 6.5 hectáreas de huertos y 200 hectáreas de semilleros de café afectados. Según estimaciones preliminares de la Prefectura de Loja, las pérdidas podrían ascender a $25 millones.
La formación de la AHDIQ representa una luz de esperanza en medio de la adversidad. Iniciativas como esta son fundamentales para la recuperación post-desastre, ya que permiten una representación unificada de los afectados ante las autoridades y facilitan la distribución equitativa de recursos y ayudas.
Sin embargo, el éxito de la asociación dependerá en gran medida de la respuesta de las autoridades nacionales y locales. La condonación de deudas y el acceso a nuevos créditos son medidas que requieren voluntad política y un marco legal adecuado. El proyecto de Ley de Reactivación Económica de Quilanga, actualmente en desarrollo, podría ser clave para alcanzar estos objetivos.
Expertos en desarrollo local señalan que este tipo de organizaciones comunitarias son cruciales para la resiliencia a largo plazo de las zonas afectadas por desastres naturales. No obstante, advierten sobre la importancia de mantener una gestión transparente y participativa para asegurar que los beneficios lleguen a todos los afectados por igual. (YP)