
Caminar atado a cadenas, brindar ayuda social, caminar descalzo, caminar kilómetros acompañados de rezos, enmarcar el camino, entre otras actividades, los feligreses demuestran su devoción por la sagrada imagen.
La Santísima Virgen del Cisne, salió desde la parroquia de El Cisne, el sábado 17 de agosto rumbo a San Pedro de la Bendita, como es común, los feligreses hicieron presencia masiva para acompañar el viaje religioso y demostrar su fe y creencia a través de sus actos particulares.
La devoción que demuestran en cada paso se hace evidente en el recorrido, las promesas hacia la “churonita” desata una variedad de actos que conmueven a más de uno. Caminar atados los pies a una cadena, cargando en una base de madera a modo de mochila, llevando una réplica de la Virgen del Cisne, es uno de los actos que realizan los creyentes. En otros casos, personas que vienen del extranjero o de otras ciudades, reciben a los romeriantes con detalles de apoyo social, como brindar hidratación, frutas, comida, gorras, etc., todo esto, por agradecimiento a los milagros recibidos por parte de la “churonita”.
Juan Carlos Mendieta, devoto de la sagrada imagen, comentó sobre sus actividades particulares, en agradecimiento por los milagros recibidos “Desde que fui pequeño, mis abuelos y mis papás me inculcaron el amor por ella (churonita), siempre me hablaban de sus milagros que les otorgaba, desde ese momento mi fe hacia ella es inmenso, me ha concedido algunos favores personales por lo tanto, se merece el amor y el aprecio de mi parte. Este año, le voy agradecer, caminando desde su casa (El Cisne) hasta Loja. Sé que ella va a estar conmigo y por eso sé que llegaré”, acotó.
Los cánticos, el rezo, caminar descalzo, dar apoyo social, enmarcar el camino, etc., son parte de las actividades más comunes que realizan los creyentes para recibir y agradecer a la Virgen del Cisne. Este año no ha sido la excepción, los emotivos recibimientos en San Pedro de la Bendita y en Catamayo, demuestran el aprecio sagrado que tienen los devotos.
“Lo hago con todo el cariño, mi “churonita” y sus creyentes merecen lo mejor, por eso he venido con mi familia a regalar y apoyar a los devotos. Lamentablemente no puedo hacer la caminata, pero este es mi acto de fe, sé que ella escucha mis plegarias y sé que siempre está conmigo. En estos días de fiesta, los lojanos debemos estar alegres de tenerla en casa”, expresó, Hilda Puyaguari, romeriante.