Esta ejemplar pareja ha alcanzado un hito extraordinario, celebrando 75 años de matrimonio en su querido Celica. Con 20 hijos, 47 nietos, 43 bisnietos y 3 tataranietos.
En un rincón de Celica, una pequeña localidad con un corazón grande, reside una pareja que ha desafiado el paso del tiempo y las adversidades con su amor y dedicación. Carlos Alberto Alvear, nacido en 1928, y Zoila Victoria Zhamungui Quezada, nacida en 1933, han celebrado recientemente sus bodas de brillantes, marcando 75 años de matrimonio. Esta historia no solo es un testimonio de su longevidad, sino también de su fortaleza y la sólida base de valores que han mantenido a lo largo de los años.
Un encuentro que cambió sus vidas
Don Carlos y doña Zoila se conocieron en 1949, cerca de sus hogares en Celica. En aquel entonces, Zoila tenía solo 16 años y Carlos, cinco años mayor, tenía 21. En plena flor de la juventud, eran muy felices visitando una quebrada cercana, lo que marcó el inicio de una relación que rápidamente se convirtió en un compromiso de por vida, al contraer matrimonio 6 meses después, en 1949.
A sus avanzadas edades, don Carlos y doña Zoila se mantienen increíblemente lúcidos y activos, una característica que asombra y llena de orgullo a sus seres queridos. A pesar de los achaques propios de la vejez, como el debilitamiento de las piernas de don Carlos, ambos continúan disfrutando de su rutina diaria. Doña Zoila, con su energía inagotable, aún cocina para su esposo, y juntos comparten momentos de ternura y cuidado mutuo. Cada día, don Carlos se asegura de que doña Zoila tome sus medicinas, además él la ayuda en pequeñas tareas, demostrando que su amor y compañerismo siguen tan fuertes como hace 75 años.
Una familia numerosa y unida
La vida de don Carlos y doña Zoila ha estado marcada por la crianza de una extensa familia. Con 20 hijos, de los cuales 14 aún viven, esta pareja ha construido un legado que incluye 47 nietos, 43 bisnietos y 3 tataranietos. Zoila, con su habilidad para hornear pan y galletas, y Carlos, con su trabajo como contratista y agricultor, lograron criar a sus hijos sin que estos necesitaran trabajar fuera de casa para ganar su sustento.
La Ing. Zoila Alvear, una de sus hijas, destacó que la comprensión mutua y el respeto han sido los pilares del matrimonio de sus padres. A pesar de los desafíos económicos, don Carlos y doña Zoila siempre encontraron la manera de proporcionar a su familia todo lo necesario, inculcando en sus hijos la importancia de la educación y los valores familiares.
«En su pobreza nos dieron todo, nada nos hizo falta», recalcó Zoila, subrayando que sus padres siempre buscaron soluciones dentro de casa, como la venta de productos horneados, en lugar de enviar a sus hijos a trabajar para otros. Este sentido de responsabilidad y amor es lo que ha mantenido a la familia unida y fuerte a lo largo de los años.
Celebración
La familia Alvear-Zhamungui celebró este 75 aniversario con una renovación de votos muy emotiva con mucha alegría y gratitud. Reuniendo a todos los miembros de la numerosa familia para recordar y honrar el legado de don Carlos y doña Zoila. La reciente celebración reunió a hijos, nietos y bisnietos de distintos rincones del mundo, desde España e Italia hasta los Estados Unidos.
Don Carlos y doña Zoila son figuras queridas en Celica. Carlos, conocido por su trabajo en la construcción de carreteras y reservorios, ha dejado una huella duradera en la comunidad. «Don Carlos nos hizo este trabajo y hasta ahora dura», dicen los vecinos, recordando con cariño las contribuciones de Carlos al desarrollo de la infraestructura local. La familia Alvear, única con este apellido en Celica, es reconocida y respetada por su integridad y contribución a la comunidad.
A sus 96 y 91 años, respectivamente, don Carlos y doña Zoila continúan siendo un ejemplo de amor, fortaleza y resiliencia. Sus hijos y nietos miran hacia ellos con admiración y agradecimiento, sabiendo que el verdadero legado de esta pareja radica no solo en los años que han compartido, sino en la vida que han construido juntos. «La mejor madre del mundo y un gran padre», es como Zoila describe a sus padres, reflejando el sentir de toda una familia que se siente bendecida por su ejemplo y amor incondicional. (YP)