Ciudadanos, artistas y autoridades resaltan el orden y control en el circuito cultural, aunque algunos señalan desafíos con vendedores ambulantes.
El Festival Internacional de Artes Vivas de Loja (FIAVL) ha alcanzado su quinto día de desarrollo, destacando la diversidad de actividades culturales que han cautivado a la ciudadanía. Danza, pintura, actividades aéreas, música, teatro, emprendimientos, literatura y gastronomía han sido protagonistas durante los primeros días de la octava edición.
Ciudadanos, artistas, turistas y autoridades coinciden en resaltar el orden y control que ha prevalecido en todo el circuito cultural. Nicol Morales, artista lojana, elogió la presencia constante de instituciones del orden y organizadores, asegurando que esto facilita el disfrute de las expresiones culturales de manera segura y organizada para las familias. “Es permanente observar a instituciones del orden y organizadores, realizando recorridos por el circuito cultural”, dijo.
Fernando Rosales, comediante de Guayaquil, expresó su satisfacción por la asignación de espacios que permite a los artistas desarrollar su trabajo sin inconvenientes. Destacó la mejora en el ordenamiento, haciendo más accesible la ubicación de las presentaciones. “Es agradable venir a Loja, porque su gente respeta y valora nuestro trabajo. Estoy sorprendido porque en esta edición la ciudadanía pueda ubicar rápidamente nuestras presentaciones, antes era difícil porque era una mezcla de vendedores, artistas y personas, sin control alguno”, aseguró.
El prefecto Mario Mancino destacó el control de vendedores en el Circuito Cultural, enfatizando el trabajo conjunto de todas las autoridades para el beneficio de turistas y ciudadanos. “Es gratificante observar que los vendedores cuentan con lugares dignos para desarrollar sus actividades comerciales”.
Sin embargo, no todo son elogios. Marcelo Rojas señaló la problemática de los ambulantes fuera de la zona asignada, generando caos en las aceras. Instó a las autoridades a abordar la situación para mejorar la movilidad en esas áreas. “Es preocupante porque se han adueñado de las aceras. No es posible que los señores pongan sillas, canastas aquí y la gente no pueda circular de manera normal”.
Desde la perspectiva de una turista extrangera, Luciana Mora, la ciudad de Loja sorprende gratamente por su calidez, seguridad y la calidad de los espectáculos. Aseguró que, a pesar de las percepciones negativas sobre la seguridad en Ecuador, la realidad en Loja contradice esas expectativas. “Afuera se escucha que Ecuador está pasando por un problema difícil de inseguridad. Eso asusta al turista, pero al llegar a esta ciudad nos hemos sorprendido porque andamos con nuestras cámaras y celulares por diferentes lugares sin tener mayores inconvenientes”.