Funcionarios de grupos culturales fueron separados del Municipio

Desde la dirección de Cultura del Municipio de Loja se dio a conocer que los funcionarios no habrían actuado de manera adecuada, por ende, fueron separados de la institución.

El pasado 10 de enero de 2024, el Ballet Folclórico Nacional Qhapaq Ñan sorprendió a la ciudadanía al anunciar en redes sociales la cesación de relaciones interinstitucionales con el Municipio de Loja después de dos décadas. Lo mismo sucedió con integrantes del Teatro Quimera quienes se despidieron de su público. La dirección de Cultura de la institución explicó los motivos detrás de esta separación.

Gonzalo Moreno, director de la dependencia municipal, aclaró que no hay desvinculación de ninguna de las ocho agrupaciones culturales bajo la responsabilidad del Municipio.

“Al contrario, se ha realizado la depuración de algunos funcionarios que no han estado actuando de manera correcta en su accionar. Hemos tenido varias denuncias de años atrás, nosotros solicitamos que se presenten las mismas por escrito y luego de las investigaciones pertinentes se ha terminado de separar a directores por su mal actuar”.

Añadió que las agrupaciones continúan, y se están realizando castings para incluir nuevo personal en aquellos grupos donde se tomó la decisión de separar a miembros, a decir del funcionario por no colaborar en las actividades culturales planificadas por el Municipio a través de la dirección de Cultura. “Se separó alrededor de seis personas. Existió otro caso de una agrupación con ocho integrantes quienes no tenían la predisposición de trabajoSe busca gente joven que tenga la oportunidad de ocupar estos espacios”.

Moreno indicó que algunos funcionarios, a pesar de recibir salario del Municipio, también trabajaban en uno o dos lugares adicionales, limitando las oportunidades para jóvenes locales formados en el Conservatorio o universidades y unirse a estas agrupaciones. Aseguró que estas decisiones cuentan con la aprobación de la Procuraduría General del Estado.

Respuesta 

Liz Cabrera, exintegrante del Teatro Quimera, expresó en una entrevista local que, tras una reunión con el alcalde Franco Quezada y otros funcionarios, les elogiaron el trabajo desarrollado por siete años. “Nos aseguraron la tranquilidad, pero esto cambió cuando recibimos un oficio solicitando claves e información sin ninguna explicación”.

Cabrera añadió que, además del salario, no recibían otras ayudas y tuvieron que confeccionar sus propios trajes y títeres. Mencionó que se capacitaron en diversas áreas, como maquillaje, con el objetivo de reducir costos.

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