El regreso del control militar al Colegio “Tcrnl. Lauro Guerrero” marca un nuevo capítulo para la institución, donde la disciplina, el honor y la lealtad vuelven a ser pilares fundamentales de la formación de los estudiantes.
Después de varios años de operar bajo el régimen estatal, el histórico Colegio Militar N5 “Tcrnl. Lauro Guerrero” de Loja ha vuelto a manos de las Fuerzas Armadas. El 11 de julio de 2024, la institución completó el traspaso administrativo del Ministerio de Educación al Ministerio de Defensa, respondiendo a una demanda persistente de padres de familia que ansiaban el retorno de la formación militar en sus hijos. Con esta medida, el colegio reestablece un sistema educativo que pone un énfasis especial en los valores del honor, la disciplina y la lealtad, según lo expresó el nuevo rector, el Teniente Coronel Óscar Andrade.
Andrade, quien ha sido designado como rector para el año lectivo 2024-2025, destacó la importancia del trabajo conjunto entre autoridades militares, municipales y educativas para restaurar las instalaciones del colegio y preparar un entorno adecuado para los estudiantes. “La unión hace la fuerza”, señaló Andrade, aludiendo a la colaboración de la Brigada de Infantería N.° 7 de Loja y el apoyo municipal en el proceso de renovación de la infraestructura.
Uno de los pilares de este nuevo ciclo será fortalecer la educación en valores cívicos y éticos, algo que Andrade considera esencial en tiempos donde «la sociedad parece haber perdido el rumbo». Los estudiantes recibirán una formación integral que combina la formalidad militar con las áreas pedagógicas tradicionales. Dentro de este enfoque, se priorizarán asignaturas como inglés, lectura comprensiva y la enseñanza de lengua, todas ellas alineadas con los estándares del Ministerio de Defensa y el Ministerio de Educación.
El retorno del personal militar al colegio ha sido bien recibido tanto por estudiantes como por padres de familia, quienes, según Andrade, veían en este cambio una «luz de esperanza» para reinstaurar la disciplina y el respeto dentro del sistema educativo. “Fue una lucha incansable de los padres de familia”, explicó el rector, reconociendo la importancia de la participación activa de los tutores en este proceso.
El régimen académico del Colegio Militar operará bajo un sistema que combina las directrices del Ministerio de Educación con la autonomía que otorga la Ley Orgánica de Educación Intercultural en su artículo 55.1. Esto permitirá a la institución retomar prácticas tradicionales como las formaciones matutinas, las marchas y el uso de himnos y símbolos patrios como parte integral de la vida estudiantil. Los estudiantes ingresarán a las 7:00 a.m. y concluirán su jornada a la 1:40 p.m., cumpliendo con un horario pedagógico diseñado para reforzar las ocho áreas fundamentales del currículo escolar.
Uno de los eventos más emblemáticos dentro del ciclo académico será el juramento a la bandera, previsto para este 26 de septiembre, un acto cívico donde los estudiantes de tercer curso jurarán lealtad a la patria, en presencia de unidades militares y autoridades civiles. Este evento resalta la importancia del respeto hacia los símbolos patrios, un aspecto que Andrade considera «esencial para la formación cívica de los estudiantes».
La comunidad educativa también enfrenta el reto de la accesibilidad económica, con una matrícula establecida en $56,25 y una pensión mensual de $90, tarifas aprobadas por el Ministerio de Educación. Además, los uniformes, cuyo costo total ronda los $200, deberán ser adquiridos por los padres de familia en comercios locales.
Finalmente, Andrade dirigió un mensaje a la comunidad lojana, haciendo un llamado a apoyar los cambios que trae consigo el regreso del régimen militar en la institución. “Todos los cambios generan cierta resistencia, pero estamos convencidos de que esto es lo mejor para nuestros estudiantes. Queremos entregarles una educación de excelencia, propia de nuestra identidad militar”, concluyó. (YP)