‘La Churonita’ llegará a Loja sin retrasos por remodelaciones

La restauración de la Catedral de Loja avanza sin contratiempos, garantizando que la tradicional llegada de la Virgen del Cisne se realice sin interrupciones el próximo 20 de agosto. 

La Iglesia Catedral de Loja, un símbolo de devoción y patrimonio en la ciudad, se encuentra en pleno proceso de restauración. Sin embargo, las obras no interferirán en la esperada llegada de la Virgen del Cisne, un evento de gran importancia para los fieles lojanos. El padre William Arteaga, párroco de El Sagrario, mencionó con optimismo que el primer tramo de las reparaciones estará completo para el 20 de agosto, fecha en que la Virgen del Cisne arriba a Loja, como parte de una tradición que reúne a miles de personas.

«La restauración de la Catedral es un proceso complejo y costoso», indicó el padre. “Reconstruir siempre es más difícil que construir desde cero, ya que debemos respetar y preservar el patrimonio histórico de la iglesia». Los trabajos incluyen la renovación de las cornisas, la restauración de los murales y la reparación del techo, con un enfoque en mantener los colores y detalles originales, en cumplimiento con las regulaciones patrimoniales.

El proyecto actual contempla la renovación de 150 metros lineales de cornisas, con un costo de 115 dólares por metro. El padre agradeció a los fieles por sus contribuciones, pero hizo un llamado adicional a la ciudadanía y a las empresas para continuar apoyando la restauración. «Agradecemos profundamente a quienes han colaborado, pero aún necesitamos más apoyo. Las donaciones, por pequeñas que sean, son fundamentales para mantener este patrimonio en pie», expresó.

A pesar de los retos económicos y logísticos, el padre aseguró que las actividades en honor a la Virgen del Cisne no serán interrumpidas. «Haremos una pausa en las obras durante los días más importantes, y las labores se reanudarán en áreas específicas que no afecten el tránsito de los fieles ni las ceremonias planificadas», afirmó. Según el cronograma, una vez finalizada la primera fase, los trabajos se trasladarán a la parte alta del coro, un área que no es accesible al público, permitiendo que las celebraciones religiosas continúen sin inconvenientes.

Los lojanos, reconocidos por su devoción a la Virgen del Cisne, esperan con ansias la culminación de estas obras, que no solo preservarán la estructura de la iglesia, sino que también embellecerán uno de los principales espacios de culto en la ciudad. «Estamos trabajando día y noche para que todo esté listo a tiempo. Nuestra meta es que la Virgen del Cisne pueda ser recibida en una Catedral que esté a la altura de su grandeza», concluyó el padre. (YP)

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