By La comunidad católica en la Curia Diocesana vivió con emoción la elección del nuevo Sumo Pontífice que fue anunciado el jueves 8 de mayo.
La tarde del jueves 8 de mayo (hora de Roma), una señal de humo blanco desde la chimenea de la Capilla Sixtina anunció al mundo la elección del nuevo líder de la Iglesia católica. Una hora más tarde, el cardenal Dominique Mamberti confirmó desde el balcón del Vaticano que el sucesor del papa Francisco es el cardenal Robert Prevost, quien adoptó el nombre de León XIV.
Frente a una multitud de más de 40.000 fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el nuevo pontífice, de 69 años, dirigió su primer mensaje desde el balcón central de la basílica. «Queridos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo resucitado (…). Que la paz sea con ustedes», proclamó en italiano, en un mensaje cargado de esperanza y cercanía.
El papa León XIV rindió homenaje a su predecesor, el papa Francisco, quien falleció el pasado 21 de abril a los 88 años. En su intervención, expresó su deseo de continuar con la misma humildad y entrega pastoral que caracterizaron al pontificado anterior.
Reacción en Loja
Desde Loja, la elección del nuevo Sumo Pontífice fue seguida con atención por la comunidad católica. En la Curia Diocesana, el obispo monseñor Walter Heras, junto a miembros del clero local y trabajadores eclesiásticos, recibieron con júbilo la primera bendición Urbi et Orbi impartida por León XIV.
En declaraciones, monseñor Walter Heras destacó el carácter providencial de esta elección. Señaló que el nuevo papa es un hombre elegido por Dios, por lo que se unen con alegría a toda la Iglesia y piden por su pontificado.
El obispo lo definió como un líder con raíces sólidas en la fe y en la tradición, señalando que el nombre “León” evoca la fuerza y la fidelidad del Evangelio, especialmente el de San Marcos. Es un nombre con mucho simbolismo, asociado a la defensa de la fe y a la fortaleza.
Asimismo, subrayó el perfil del nuevo Papa, destacando su origen estadounidense y que provenga de la antigua orden de San Agustín. Esto aporta una visión espiritual profunda para guiar a la Iglesia en estos tiempos.
La Iglesia en Loja, al igual que en otras partes del mundo, se mantiene esperanzada y orante, con la convicción de que el nuevo pontificado traerá nuevos frutos para la comunidad de creyentes.
