Familias lojanas celebran el Carnaval de diferentes maneras: con parrilladas, juegos, paseos por la provincia, entre otras opciones.
El Carnaval es una de las festividades más esperadas en Ecuador, una celebración de raíces ancestrales que ha evolucionado con el tiempo, fusionando tradiciones indígenas y españolas. Originalmente ligado a rituales prehispánicos en honor a la fertilidad y la lluvia, el Carnaval tomó fuerza con la influencia católica, marcando los días previos a la Cuaresma con música, baile y juegos con agua.
En Loja, esta festividad se vive de manera particular, con comida y reuniones familiares, paseos a destinos naturales y, por supuesto, los infaltables juegos de agua y espuma.
Para muchos lojanos, Carnaval es sinónimo de escapadas a los valles y hosterías de la provincia. María Pinta comparte cómo su familia organiza esta celebración:
«En familia organizamos una pela de chancho en la finca de mi tía en Malacatos, donde nos quedamos dos días. Si no es puerco, hacemos parrillada. Mientras los adultos cocinan, los jóvenes disfrutamos entre cervezas, juegos de mesa y música. En la tarde, si hay algún concierto interesante en Vilcabamba, vamos; si no, optamos por una piscina o una fiesta. La regla es mojar a todos sin excepción; si alguien está dormido, lo sacamos del cuarto. Eso sí, solo usamos agua, nada de huevos ni harina.»
Para otros, Carnaval es la oportunidad de recibir visitas y recorrer los atractivos turísticos. Mishelle Ortega nos cuenta su experiencia:
«Mi familia viene de Quito y nos vamos a hosterías en Yantzaza. En Zamora suele haber eventos, pero con las lluvias no sé cómo estará este año. A veces hacemos parrilladas en casa, pero sobre todo aprovechamos para recorrer la ciudad. También nos divertimos con los juegos tradicionales, mojándonos y lanzando globos de agua y espuma.»
Por su parte, Manuel Peralta indica que este feriado lo pasará en Loja junto a su familia y amigos. “Como parte de nuestras tradiciones, solemos asistir a los eventos que organiza el Municipio. Además, aprovechamos la ocasión para hacer una fiesta en casa, donde no faltan la comida y la buena compañía”.
También le gusta ir a los ríos de Catamayo o Vilcabamba para disfrutar de la naturaleza y desconectar un poco. Sin embargo, no es fan de participar en actividades como el juego con harina, huevos o pintura. Prefiere disfrutar de la festividad de una manera más tranquila y relajada.
Más allá de las diferentes formas de celebración, el Carnaval en Loja mantiene su esencia de alegría, unión familiar y el espíritu festivo que llena de vida los rincones de la provincia.