El municipio de Loja y los obreros municipales alcanzan un acuerdo que pone fin a la paralización y asegura la entrega de implementos de seguridad esenciales para los 1306 trabajadores.
Después de varios meses de solicitudes y manifestaciones, los obreros municipales de Loja y la administración local lograron un acuerdo para mejorar las condiciones laborales y asegurar la entrega de implementos de seguridad. Este pacto se alcanzó tras dos movilizaciones y una medida de hecho que amenazaba con paralizar las actividades municipales.
Fabiola Fajardo, secretaria general del Sindicato de Obreros Municipales de Loja (SOML), había alertado sobre la falta de equipos de protección adecuados para los trabajadores. “Tenemos varios casos en los que se desarrollan las labores sin un equipo de protección adecuado”, señaló Fajardo, instando a la administración a proporcionar la indumentaria necesaria y otros insumos ajustados al riesgo inherente a sus funciones.
El descontento del gremio culminó en una movilización pacífica el viernes 26 de junio en el centro de la ciudad, seguida por una segunda movilización el lunes 29 de junio, donde los trabajadores decidieron paralizar sus actividades ante la falta de respuesta de las autoridades. Esta medida de hecho hubiera afectado numerosas áreas de trabajo de la municipalidad y, en consecuencia, a toda la ciudadanía. Ante esta situación, el alcalde Franco Quezada recibió a los representantes de los obreros y escuchó sus necesidades y reclamos, logrando finalmente un acuerdo.
Hermes Tenesaca, secretario de actas de los obreros municipales, expresó su agradecimiento a la ciudadanía por el apoyo durante las movilizaciones. “Nos hemos movilizado todos los trabajadores del municipio de Loja para exigir los implementos de seguridad necesarios para poder servir a la ciudad de manera adecuada”, mencionó Tenesaca, resaltando la importancia del diálogo logrado.
El acuerdo establece un cronograma de entrega de los implementos de seguridad. Se ha fijado un plazo de 15 días para la entrega de zapatos y 45 días para la entrega del seguro de vida para todos los trabajadores. Además, se estipularon fechas para la adquisición de otros equipos de protección y herramientas necesarias. “El seguro de vida no es una obra y gracia del alcalde, es una sentencia de un juez resultado de un acuerdo firmado desde el mes de febrero”, aclaró Tenesaca.
Para garantizar la correcta distribución de los implementos, los representantes sindicales se comprometen a supervisar que la entrega sea equitativa y técnica, considerando las diferentes actividades y riesgos de cada puesto de trabajo. “La entrega de uniformes no significa que son equipos de protección, simplemente son identificativos. Necesitamos una protección real que nos garantice llegar vivos a nuestros hogares”, subrayó Tenesaca. (YP)