En una emotiva ceremonia celebrada en la Catedral de Loja, Mons. Simón Bolívar Sánchez Carrión se convierte en el primer Nuncio Apostólico ecuatoriano, asumiendo su misión en Honduras.
Loja, una ciudad históricamente católica con una profunda tradición religiosa, fue testigo de un acontecimiento trascendental el 11 de enero. Mons. Simón Bolívar Sánchez Carrión, oriundo del cantón Olmedo, fue ordenado Arzobispo en una ceremonia solemne realizada en la Catedral de Loja.
Este hecho marcó un hecho histórico, ya que Mons. Sánchez Carrión se convirtió en el primer ecuatoriano en recibir la designación de Nuncio Apostólico, un cargo que desempeñará en Honduras.
El nombramiento de Mons. Sánchez Carrión refleja el reconocimiento a su vocación y arduo trabajo al servicio de la Iglesia. Después de años de servicio a la Santa Sede, el ahora Arzobispo ha sido elegido para ocupar uno de los cargos más importantes de la diplomacia eclesiástica. Su nombramiento como Nuncio Apostólico de Honduras resalta su carrera eclesiástica y la creciente relevancia de Ecuador en el ámbito religioso internacional.
Una ceremonia marcada por la solemnidad
La ceremonia de ordenación, presidida por Mons. Luciano Russo, Secretario para Representaciones Pontificias de la Santa Sede, fue un evento de gran significancia religiosa y espiritual. En el acto, estuvieron presentes numerosas autoridades religiosas, incluyendo al Cardenal Luis Gerardo Cabrera y otros obispos del país, quienes acompañaron a Mons. Sánchez Carrión en este importante paso en su vida.
El ritual, lleno de simbolismo, comenzó con la lectura del Santo Evangelio y el canto Veni Creator, invocando al Espíritu Santo. A continuación, Mons. Andrés Carrascosa, Nuncio Apostólico del Ecuador, leyó la Bula Apostólica redactada por el Papa Francisco, confirmando así el nombramiento de Mons. Sánchez Carrión como nuevo Arzobispo. La ceremonia continuó con la promesa de obediencia y servicio a Dios, y con el acto de postrarse sobre el suelo como signo de humildad y devoción.
Un momento de unidad y alegría
Al finalizar la parte principal de la ordenación, todos los obispos presentes impusieron sus manos sobre el nuevo Arzobispo, un gesto que simboliza la transmisión del Espíritu Santo. Posteriormente, se le entregaron las insignias episcopales, como la mitra, el báculo, el anillo y la cruz pectoral, que lo acompañarán en su misión. La emoción y la alegría entre los asistentes fueron evidentes, al ver culminada la ordenación y el ascenso de Mons. Sánchez Carrión a su nueva responsabilidad.
La jornada concluyó con un mensaje de agradecimiento de Mons. Sánchez Carrión a todos los presentes, quienes lo han acompañado durante su carrera eclesiástica. En su mensaje, hizo un llamado a la unidad y a la oración constante por la Iglesia y por su misión en Honduras.
La trascendencia de Loja en el contexto religioso
Este evento resalta el legado religioso de Loja, una ciudad que ha aportado al país con figuras de gran relevancia dentro de la Iglesia Católica. La ordenación de Mons. honra a la ciudad de Loja y también a todo Ecuador, que sigue demostrando la fortaleza de su fe católica.
Como Nuncio Apostólico, Mons. Sánchez Carrión no solo representará al Papa Francisco en Honduras, sino que también será un vínculo importante entre la Santa Sede y las autoridades de ese país, además de fortalecer la relación con las comunidades católicas hondureñas.
Este nombramiento es una muestra de cómo Loja sigue siendo un referente espiritual y cultural en Ecuador, un lugar donde la fe católica sigue teniendo un peso significativo. A medida que Mons. asume esta nueva misión, la comunidad de Loja, al igual que toda Ecuador, tiene la esperanza de que continuará siendo un servidor de la Iglesia, llevando consigo la devoción y el compromiso que caracterizan a la ciudad.