Según la Fundación Ecuatoriana de Dermatología, en 2023 se reportó que el 20% de los niños y el 10% de los adultos en Ecuador sufren de dermatitis. La hidratación, el cuidado ante el clima, la dieta entre otros, son puntos a considerar para evitarla.
La dermatitis es una afección cutánea frecuente que provoca enrojecimiento, inflamación y picazón en la piel, y afecta a una parte considerable de la población tanto en Ecuador como en el mundo. Según la Fundación Ecuatoriana de Dermatología, en 2023 se reportó que el 20% de los niños y el 10% de los adultos en Ecuador sufren de dermatitis en algún momento de sus vidas. A nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la dermatitis atópica afecta entre el 15-20% de los niños y entre el 1-3% de los adultos.
En Ecuador, esta condición, que abarca dermatitis atópica, de contacto y seborreica, afecta a aproximadamente el 10% de la población infantil, y se ha observado un aumento en los casos en los últimos años. Factores como predisposición genética, exposición a alérgenos, irritantes ambientales y condiciones climáticas extremas juegan un papel importante en el desarrollo de esta afección. En particular, las condiciones de alta humedad y calor en el país pueden exacerbar los síntomas de la dermatitis y aumentar la susceptibilidad a brotes.
Para evitar los síntomas dermatológicos, se recomienda:
- Hidratación Regular: Mantener la piel bien hidratada es fundamental para evitar la resequedad. Se recomienda el uso de emolientes, especialmente en climas cálidos y húmedos, para ayudar a mantener la barrera cutánea.
- Evitar irritantes: Identificar y evitar sustancias que puedan desencadenar una reacción en la piel es crucial. Esto incluye ciertos detergentes, productos de cuidado personal con fragancias fuertes y materiales sintéticos.
- Cuidado con el Clima: Es aconsejable usar ropa ligera y transpirable y evitar la exposición prolongada al sol para minimizar los síntomas.
- Consulta con un especialista: Aquellos con síntomas persistentes deben buscar la orientación de un dermatólogo para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
Aunque la dermatitis puede presentar desafíos, es una condición manejable. Con el tratamiento adecuado y un enfoque proactivo, es posible minimizar su impacto y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.