Más del 45% de pacientes atendidos en un centro de salud de Loja podrían enfrentar la amputación de sus extremidades inferiores debido al pie diabético. Se intensifican medidas preventivas para reducir estas cifras alarmantes.
Los pacientes diagnosticados con diabetes deben pasar varios controles para evitar complicaciones en diferentes partes del cuerpo. Los especialistas aseguran que quienes han sufrido pie diabético en un 75%, han terminado en amputación de sus extremidades inferiores, anualmente existen alrededor de 1.700 personas que han sufrido amputaciones del pie a nivel global.
Situación
Álvaro Quinche, médico familiar del Centro de Salud Nº3 de Loja, advirtió que la amputación se vuelve inevitable cuando no se mantiene un control adecuado de la glucosa y los niveles de hemoglobina glicosilada no están dentro de los rangos normales. Explicó que esta complicación puede llevar a la amputación de una zona del otro pie que antes no presentaba problemas, y que este deterioro suele manifestarse en un lapso de uno a cinco años. “Es decir si un paciente le realizaron este proceso hoy, es propenso a perder sus dos pies en un lapso de cinco años si no hay un control adecuado de la glucosa”.
Destacó la importancia del tamizaje preventivo, es decir, llevar a cabo un conjunto de procedimientos para evaluar el estado de la diabetes con el objetivo de anticipar posibles complicaciones futuras. “Es fundamental conocer sus niveles de glucosa en ayunas, hemoglobina glicosilada, presión y las dislipidemias como colesterol, triglicéridos, HDL, LDL. Con el fin de sacar datos y determinar la edad y los daños que podría tener un vaso sanguíneo. Esto se diagnostica sometiendo al paciente alrededor de ocho pruebas cada seis meses”.
Evaluación
Los pacientes diabéticos deben realizar una evaluación exhaustiva de la zona de los pies para detectar cualquier novedad. Esta evaluación física abarca desde la rodilla hasta la punta de los pies, dado que existe una disminución en la irrigación sanguínea en esta área. Además, es importante prestar atención a las alertas que el paciente pueda experimentar, como hormigueos, calambres, cambios de temperatura o sensación de cansancio en los pies, ya que estos podrían ser indicadores de neuropatía sensitiva. En casos de neuropatía, los pacientes pueden incluso tener una piedra en el zapato sin experimentar dolor o malestar debido a la pérdida de sensibilidad.
Otra señal de alerta importante es observar cambios en la estructura del pie del paciente, como la presencia de callos, alteraciones en los dedos y onicomicosis. Estos cambios son consecuencia del reducido flujo sanguíneo en la zona, lo que provoca una disminución en la estructura muscular de protección del pie y aumenta la probabilidad de desarrollar estas afecciones.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) busca implementar un proyecto para efectuar valoraciones por medio de monofilamento, diapasón o un doppler vascular y determinar alteraciones de manera completa. “Ahora con el tema de la valoración básica y con el conocimiento de nuestros profesionales, vamos a manejar medicación como cremas tópicas y en caso la situación de complejidad se realiza la referencia al servicio de podíatra que tiene el Hospital Isidro Ayora”.
Educación
Quinche subrayó la importancia de los Centros de Salud, donde el Ministerio se enfoca en educar a los pacientes y sus familiares sobre la detección temprana de síntomas o alertas relacionadas con enfermedades como la diabetes. Además, destacó que seguir todas las recomendaciones y realizar controles periódicos puede retrasar la neuropatía hasta 15 años, mientras que la falta de supervisión y niveles elevados de glucosa pueden provocar diferentes grados de neuropatía en menos de ocho años. En el proceso formativo, se instruye a los pacientes sobre el uso de medias de colores específicos para detectar cualquier secreción, así como la recomendación de utilizar plantillas reforzadas y un espejo para examinar diariamente sus pies en busca de anomalías.
Cifras
Al iniciar 2020, alrededor de 382 millones de personas se diagnosticaron con diabetes a nivel mundial. Estudios predictivos indican que para el 2030 la cantidad de ciudadanos que sufrirán de esta patología oscilaría alrededor de los 700 millones. “Según el segundo objetivo de desarrollo sostenible, que habla de salud y bienestar con sus 18 metas, nos manifiesta que para ese año debemos reducir estos números al 30%, por ello es necesario reforzar a las actividades preventivas para explicar al paciente que puede ocurrir”.
Diariamente, el centro brinda atención a 20 pacientes, de los cuales 12 padecen diabetes e hipertensión, de los cuales ocho son niños o mujeres embarazadas. Esto significa que más del 60% de las consultas en este centro de salud están relacionadas con enfermedades crónicas de alto impacto, catalogadas como tales por la Sociedad Española de Nefrología, lo que representa un riesgo significativo para la vida del paciente.
En la actualidad, la diabetes se posiciona como la tercera causa de muerte en Ecuador. Sin embargo, de no tomarse medidas preventivas a tiempo, para el año 2030 podría convertirse en la principal causa de fallecimiento a nivel nacional. Un estudio realizado en 2013, que involucró a aproximadamente 156 pacientes que buscaban atención por diabetes en este centro de salud, reveló que más del 45% de ellos presentaban diversos tipos de neuropatías, consideradas como un paso previo a la amputación, lo que subraya la urgencia de abordar esta enfermedad de manera integral y preventiva.