Internet: imprescindible y útil; pero también adictiva y peligrosa

Internet: imprescindible y útil; pero también adictiva y peligrosa
IMPORTANCIA. La celebración es un día para recordar la importancia de proteger los derechos de la infancia en Internet.

Ante la celebración del Día de Internet Segura, dos expertos en protección y seguridad analizan algunos de los principales riesgos y peligros de la red.

Indispensable y útil, Internet se ha convertido en una herramienta irreemplazable en todos los ámbitos, pero también en una tecnología adictiva y peligrosa desde la cual se puede incurrir, con gestos a veces casi inconscientes en acciones que conllevan responsabilidades laborales, educativas y hasta penales.

Ante la celebración del Día de Internet Segura (SID, por sus siglas en inglés), dos expertos en protección y seguridad -Mar España, directora de la Agencia Española de Protección de Datos; y Manuel Ransán, del Instituto Nacional de Ciberseguridad, analizan algunos de los principales riesgos y peligros de la red y también algunas de las recomendaciones que se deben atender para hacer un uso responsable de las tecnologías, principalmente los más jóvenes.

‘LeDasUnMovilYYA’ es el nombre de la campaña que pusieron en marcha la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y Unicef para alertar a las familias y a los educadores sobre la trascendencia del momento en el que se da un teléfono móvil a un niño, que puede no conocer todos los riesgos asociados al dispositivo: enviar o recibir fotos comprometidas, ciberacoso, contacto con adultos que se hacen pasar por niños o dejar de hacer otras actividades por estar conectados.

La guía que no viene con el móvil

La campaña incluye «La guía que no viene con el móvil» en la que se han recopilado las 10 claves que se deben tener en cuenta al dar un móvil a un menor, entre ellas, fijar normas y límites; extremar el cuidado de datos en las redes sociales; supervisar sus videojuegos (porque muchos incluyen violencia, sexo y un lenguaje ofensivo); saber con quién juegan o hablan; estimular su sentido crítico; y garantizar espacios de desconexión para que se concentren en los estudios, en el descanso o en otras actividades y evitar así un uso adictivo y problemático de las pantallas.

«En ocasiones ni siquiera los adultos sabemos cómo enfrentarnos a determinadas situaciones que surgen en internet», ha observado la directora de la AEPD, Mar España, y se ha referido a las reclamaciones que reciben a través del «Canal Prioritario» para solicitar la retirada urgente de contenido sexual o violento publicado sin permiso, en su mayoría por parte de mujeres e incluso niñas que se enfrentan a la publicación de sus datos «para denigrarlas o amedrentarlas».

En declaraciones a EFE, ha asegurado que esos riesgos tienen «tantas o más» consecuencias que, si se produjeran en el mundo real, ya que en internet la información se transmite a toda velocidad, se replica y se reproduce en cuestión de minutos, lo que puede llegar a ser «una pesada carga si se utiliza para hacer daño a alguien y se difunden humillaciones o comentarios con vídeos o fotografías de contenido sexual o violento en los que aparecen menores».

Y aunque todos los dispositivos son igual de peligrosos, el móvil se ha convertido «en una extensión de nosotros mismos» y muchos jóvenes -ha señalado Mar España- es lo primero que ven al levantarse y lo último que miran al acostarse, y ha incidido por ello en la importancia de planificar la entrega de un teléfono a un menor y de poner normas y límites claros.

ACCIÓN. Restringir el acceso de todos los menores de edad a Internet no es la solución, ya que supone privarles de una valiosa herramienta para su desarrollo.

La importancia de la desconexión

España ha insistido en la importancia de la desconexión para llevar a cabo otras actividades y evitar un uso «adictivo y problemático» de las pantallas, y en estar atentos para detectar de manera temprana las situaciones que pueden afectar a la salud física o mental de los menores.

En la misma línea, Manuel Ransán, responsable de Ciberseguridad para Ciudadanos y Menores de INCIBE, ha observado que los menores son especialmente vulnerables y necesitan del cuidado, la educación y la protección de terceros y que eso se agrava en el entorno digital, donde muchos productos y servicios a los que acceden no tienen un diseño adecuado a su nivel de madurez.

En declaraciones a EFE, Ransán ha observado que los dispositivos móviles permiten un grado de autonomía que dificulta la supervisión, y que su continua disponibilidad hace también que sea más complejo gestionar determinadas situaciones, como puede ser actuar de forma impulsiva ante la petición de una práctica de riesgo (como el «sexting» o envío de imágenes de contenido sexual) o ante un conflicto en línea, donde reaccionar en caliente «puede hacer escalar el incidente».

Y entre las principales consecuencias del uso inadecuado de esos dispositivos, el responsable del INCIBE ha citado el acceso a contenidos inapropiados, el contacto con desconocidos o la gestión inapropiada de la privacidad y de la identidad digital.

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